Beijing

Pekín es la capital de la República Popular China y compone el corazón cultural, político y social del país. Se trata de una ciudad vibrante y caótica en constante evolución que se desarrolla a pasos de gigante mientras lucha por mantener su carácter tradicional.

Pekín es una ciudad de contrastes en la que los modernos rascacielos se alzan majestuosos junto a las pequeñas casas tradicionales ubicadas en los antiguos hutongs de la ciudad.

El lejano oriente es un lugar mágico y peculiar en el que cada detalle cotidiano resulta curioso para los visitantes. Pekín es una ciudad envuelta en mitos y leyendas que deja atrás un pasado marcado por emperadores de descendencia divina y lujosos palacios de cuento.

Durante la visita a Pekín podréis adentraros en la Ciudad Prohibida, la fortaleza desde la que gobernaron los emperadores durante más de 500 años, y en otros lugares históricos como el Palacio de Verano y el Templo del Cielo. Pekín es además el punto de partida ideal para conocer una de las Siete Maravillas del Mundo, la Gran Muralla China.

El comunismo es un movimiento que sigue muy presente en Pekín y muchos ciudadanos recuerdan con nostalgia la época del presidente Mao, al que rinden homenaje en su mausoleo ubicado en Tian’anmen, la plaza más grande del mundo.

Aunque Pekín es una de las ciudades más pobladas del mundo, muchos de sus ciudadanos aún habitan en pequeñas casas ubicadas en los tradicionales hutongs, que resultan todo un espectáculo para sus visitantes.

Siendo realistas, Pekín no es sólo farolillos rojos, pequeños templos, casas tradicionales y algunos rascacielos. La capital cuenta con una cara y una cruz, manifestada por algunos ciudadanos que tienen por costumbre escupir, gritar, empujar y colarse. En cualquier caso, estos detalles también definen el turismo en Pekín.