China es el lugar de origen del té y el primer país del mundo en descubrir y utilizar sus hojas. La cultura del té está profundamente arraigada en la vida de los chinos y ha pasado a ser un importante vehículo de transmisión de la cultura china. Desde la Ruta de la Seda, la Ruta del Té y los Caballos y la Ruta del Té con rumbo norte de la antigüedad, hasta la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI de nuestros días, a lo largo de la historia el té ha traspasado fronteras y ahora levanta pasiones entre las gentes de todo el mundo. La incorporación de las técnicas tradicionales de elaboración del té y prácticas sociales asociadas en China a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO es una nueva muestra del encanto único y la influencia mundial de la cultura china.
Desde el año pasado, los Centros Culturales Chinos de todo el mundo llevan a cabo diversas actividades relacionadas con el té.