Al llegar a Lhasa, se adentrará en un mundo de hielo y nieve que despliega un álbum de ensueño, único en su género, con dos caras. Por un lado, una elegancia ancestral bañada en tonos dorados, con los muros rojos del Palacio de Potala coronados de nieve, como si el tiempo se hubiera congelado en flores de jade, majestuosas y etéreas. Al otro lado se extiende una interminable extensión plateada, donde el cristalino lago Namtso refleja las imponentes montañas cubiertas de nieve y sus profundas profundidades azules envueltas en un velo blanco helado: una armonía perfecta de misterio y esplendor. En este evento, le presentamos la encantadora belleza del hielo y la nieve y el encanto único de Xizang, revividos a través de impresionantes vídeos y fotografías.