Juan Antonio Samaranch Habla Sobre su Participación en los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022

Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, fue coordinador en los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022. Él comenta sobre su gran labor y cúan importantes son los Juegos para China y el mundo.

“Soy Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, y tengo el honor de ser el responsable de la coordinación de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, celebrados con gran éxito. Aún recuerdo con emoción en 2008 cuando Beijing se dio a conocer al mundo con la extraordinaria ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Verano. Aquella ceremonia superó todas las expectativas y demostró al mundo que China estaba preparada para ocupar el puesto que se le correspondía en la escena internacional, al menos en el mundo del deporte. Mi padre dijo claramente que las Olimpidas hablan de la universalidad y no hay universalidad en este mundo sin China. Él luchó duramente, incluso antes de ser presidente del COI por poner a China en la escena deportiva. Tras su elección en 1980, consiguió que China participara en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984, donde él personalmente impuso la primera medalla de oro olímpica de China. En aquellos momentos, China era un país sin verdadera significancia en el deporte internacional. Ahora, la situación ha cambiado radicalmente. China es una de las principales potencias del deporte mundial. El presidente Xi prometió que parte del legado de los Juegos Olímpicos de Beijing 2022 sería que más de 300 millones de chinos se interesarían por los deportes de invierno. Incluso antes de que empezaran los Juegos, China ya había superado esta importante cifra. Para China, fue muy importante participar en el movimiento olímpico y reconoce el legado de mi padre como parte del grupo que lo hizo posible. Fue algo muy importante para mi padre porque, probablemente, uno de sus tesoros más preciados fue aprender a amar a China. Y ha recibido mucho a cambio de ese amor. Ahora, mi pasión por China, es parte de esa influencia. Es algo que siempre he cultivado con todo mi entusiasmo y como le ocurrió a él, también he recibido mucho a cambio”, recordó Juan Antonio Samaranch.

“Tras la muerte de mi padre, decidimos que teníamos que hacer algo para mantener esa amistad. Mi padre recibió un trato maravilloso, no sólo por parte de las autoridades chinas, sino también del resto de la sociedad china. Por eso decidimos que era importante mantener vivo ese vínculo. Pensamos que lo más adecuado era crear la Fundación Samaranch, con sede en China. Y así es como hace diez años nació la Fundación Samaranch con dos principales objetivos. El primero es promocionar el deporte de China. Tenemos cientos de programas y miles de eventos deportivos cada año para alcanzar ese propósito. El segundo es ayudar, apoyar y mejorar las relaciones entre España, América Latina y China. Esto fue algo que mi padre siempre quiso hacer y por lo que luchó toda su vida. Así que nosotros estamos intentando continuar su labor. Y estamos orgullosos y felices de estar alcanzando todos nuestros objetivos. Él estaría muy orgulloso.”

“El deporte y el movimiento olímpico han construido puentes, incluso en los peores momentos. No ahora, pero hace 2.000-3.000 años. Cuando se celebran en la antigua Grecia, la guerra se detenía y las personas se abrazaban unas a otras. Ahora, no podemos esperar que el mundo siempre esté en momentos de paz, pero nosotros somos una de las pocas buenas organizaciones que intenta unir a la juventud del mundo, en paz. Bajo el mismo techo de la Villa Olímpica se comparte religión, género, cultura, formas de gobierno”, manifestó.

“Este año se conmemora el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y España. La relación es sólida. Creo que España ha sido un socio extraordinariamente bueno y confiable para China. Siempre ha habido respeto por las decisiones en los asuntos chinos. A cambio, siempre hemos recibido respeto por parte de China y jamás me olvidaré de una frase que siempre dicen los chinos: ‘España es el mejor amigo de China en Europa.'”

“Estoy muy orgulloso de mi herencia porque he sido extremadamente afortunado por tener a mi padre, del que aprendí que el respeto hay que ganárselo y que hay que trabajar duro cada día para mantenerlo. También aprendí que una vez que tienes un amigo, lo tienes para toda la vida. Modestamente, es lo que trato de hacer todos los días”, dijo Juan Antonio Samaranch.