Cada año, en el tercer día del tercer mes del calendario lunar chino, cuando comienza la floración en las laderas de las montañas, la etnia Li en Hainan observa una tradición centrada en la veneración a sus ancestros, reconociendo su tesón y valentía, al tiempo que expresan un anhelo común de amor y felicidad.
Esta festividad se conoce en lengua china como Sanyuesan (en alusión directa al “tercer día del tercer mes”), y sobre sus orígenes existen múltiples historias. Una de las versiones narra un grave episodio de sequía que la humanidad habría sufrido en tiempos inmemoriales y al que un hombre y una mujer sobrevivieron buscando refugio en calabazas que flotaron a la deriva hasta alcanzar la isla de Hainan. Con el objeto de asegurar la supervivencia de la humanidad, la pareja se expresó su mutuo amor mediante canciones en el tercer día del tercer mes del calendario lunar, y fruto de su unión nacieron los primeros miembros de la etnia Li.
Cada año, en distintas concentraciones de la etnia Li en Hainan, tienen lugar en esta fecha espectaculares celebraciones a gran escala tales como certámenes de canto, hogueras, competiciones de deportes tradicionales locales, danzas en torno a picas de bambú y otras tantas actividades. Guiados por este espíritu festivo, los miembros de la etnia Li se engalanan acorde a la ocasión, reuniéndose para venerar a sus ancestros, disfrutar mutuamente de su compañía, entonar cantos antífonos, bailar y tocar elementos de percusión. La juventud aprovecha al máximo la celebración, uniéndose a los cantos junto a sus amistades, expresando sus sentimientos a las personas de su elección con danzas y dejándose llevar plenamente por la euforia del ambiente. Únicamente al alba llega la fiesta a su término, no sin antes prometerse los unos a los otros darse nuevamente cita el próximo año.
La comida es un importante elemento en estas celebraciones, y la gastronomía local de Hainan está presente en los banquetes de las familias de la etnia Li, conocida por su hospitalidad. Son imprescindibles, así, delicias tales como el yucha, un aperitivo de sabor exquisito y ligeramente agrio que debe su peculiar nombre a su elaboración a base de arroz y pescado crudo fermentados en un proceso de infusión similar al del té, el arroz de tres colores, que se caracteriza por su suavidad y sabor dulce, o el vino de Shanlan, igualmente placentero para el paladar por su delicado sabor.
La mesa está servida; la fiesta se ve animada. ¡No dudes en unirte a la etnia Li en su celebración tradicional, al llegar el tercer día del tercer mes del calendario lunar! Una dicha sin igual envolverá tu corazón junto al sentir de la comunidad anfitriona en esta festividad que conmemora, al fin y a la postre, la llegada de la primavera y sus muchas bondades.