Al alba, los parques chinos reciben siempre sus primeros visitantes: ciudadanos comunes pero rebosantes de vigor. A veces balancean sus cuerpos como lo haría un tigre; otras, extienden sus brazos tal y como una grulla desplegaría sus alas. Este tipo de calistenia se conoce en lengua china como Wuqinxi (que significa “Juego de los cinco animales”) de Hua Tuo, por consistir en una serie de ejercicios que imitan los movimientos de cinco criaturas del reino animal: el tigre, el corzo, el oso, el mono y el pájaro.
Hua Tuo (circa 145-208), célebre doctor cuya existencia se remonta a las postrimerías de la dinastía Han del Este (25-220), asentó las bases de esta rutina física y de salud en la ciudad de Bozhou, sita en la provincia de Anhui, dando comienzo a una tradición con miles de años de historia. El Wuqinxi no solo es una de las rutinas prescritas por la medicina tradicional china sino también una de sus manifestaciones más destacables y animadas. Hua Tuo creó una serie de ejercicios y movimientos basados en una amplia gama de conceptos: las fuerzas del ying y el yang, los cinco elementos presentes en los principios de la medicina china tradicional, los meridianos internos del cuerpo humano y las leyes del qi (energía vital) y la circulación sanguínea, al mismo tiempo que observaba e imitaba movimientos e imágenes de animales, tales como el tigre, el corzo, el oso, el mono y el pájaro, etc.
Hua Tuo no impuso restricción alguna en la práctica del Wuqinxi en lo que respecta a espacio, equipamiento y demás condiciones. La rutina es apta para todas las edades y se centra en imitar los movimientos de cinco criaturas del reino animal con el objetivo de facilitar la relajación física y mental, alcanzar un equilibrio entre el rigor y la indulgencia sobre el ser propio y cultivar, en definitiva, el bienestar interno y externo. Así, los movimientos imitan el poder de un tigre para ejercitar la solidez ósea; al emular los estiramientos de un corzo, se ponen en funcionamiento los meridianos de todo el cuerpo. Al recrear la calma del oso, el objetivo es mejorar la fuerza de las extremidades; la sensibilidad de nuestro cuerpo entra en juego al concentrarse en la destreza de un mono. Si se desea ejercitar el equilibrio del cuerpo, la ligereza de los pájaros es una referencia ideal.
La práctica prolongada del Wuqinxi comporta una serie de beneficios, incluyendo la cultivación del espíritu, el apoyo a la función de los órganos o la activación del flujo de energía a través de los meridianos y canales adyacentes, entre otros. Asimismo, en términos de movimiento, ritmo y estilo, el Wuxinqi representa una manifestación integral del principio de la cultura china tradicional según el cual “se contempla todo de la naturaleza como un conjunto.”
A finales del siglo XVIII, el legado de Hua Tuo desembarcó en Europa a través de los misioneros franceses, desempeñando un notable papel en la promoción de la medicina deportiva moderna y la medicina de rehabilitación a nivel internacional. En la actualidad, el Wuqinxi de Hua Tuo cuenta con cada vez más adeptos a nivel internacional.