El banquete de té Jingshan, también conocido como “ceremonia del té Jingshan” y “celebración del té Jingshan”, es una celebración tradicional que orbita en torno al té y tiene lugar en el vestíbulo del Templo Jingshan Wanshou en Hangzhou, provincia de Zhejiang, con el objeto de agasajar a invitados distinguidos. Se trata de una ceremonia tan solemne como única, en la que el té representa un símbolo de respeto por los participantes. Supone, asimismo, una continuación de la etiqueta tradicional asociada a los rituales de disfrute del té.
Los orígenes del banquete de té Jingshan se remontan a mediados de la dinastía Tang (618-907), prevaleciendo la tradición en las dinastías Song y Yuan (960-1368). Cuenta con dilatado valor histórico y ricas connotaciones culturales. Cuenta la tradición de antaño que el abad del Templo Jingshan Wanshou, siguiendo los dictados de la tradición, organizaba un banquete de té en el llamado Salón Mingyue (o de la “Luna Brillante”) para agasajar a huéspedes distinguidos. Así, el llamado banquete de té Jingshan discurre conforme a una serie de procedimientos claramente delimitados, en una atmósfera tan pintoresca como elegante. Se precisa de más de diez personas para hacerse cargo de cada elemento: determinar la selección de tés que se ofrecerán a los invitados, a quienes se invitará a entrar a la sala de la ceremonia con el debido respeto, hacer retumbar el tambor del té, realizar ofrendas de incienso y adoración a Buda, preparar sopa y pedir té, compartir la bebida con tazas, declamar poesía, degustar el té y aquellos alimentos que lo acompañan, manifestar agradecimiento por la experiencia y abandonar la sala. Se trata, indudablemente, de un complejo ritual. El banquete representa una oportunidad para que invitados, anfitriones y aprendices participen en un ritual zen y hagan las preguntas que consideren apropiadas. La etiqueta que acompaña a la ceremonia está bien definida y abundan en ella las connotaciones. El banquete de té Jingshan, con su carácter único en el que se aúnan la elegancia y el peso de la tradición, representa una perfecta combinación de las reglas budistas, la etiqueta y el arte del té. Se puede, pues, afirmar que encarna el estilo clásico de la cultura china zen del té.
Durante la dinastía Song (960-1279), el banquete de té Jingshan llegó a Japón junto al budismo, convirtiéndose gradualmente en la que actualmente se conoce como ceremonia tradicional del té japonesa. Asimismo, el banquete de té Jingshan ejerció igualmente amplia influencia en la formación de la que hoy se entiende como etiqueta moderna de la “celebración del té” y la continuación de la etiqueta y las costumbres populares de degustación del té en la región de Hangzhou. El pueblo de Jingshan, famoso por su té, aprovecha los festivales tradicionales para llevar a cabo actividades en las que se destaca el papel del banquete de té Jingshan como patrimonio cultural intangible. Miles de turistas tienen así la oportunidad de desplazarse a la provincia para vestir los atuendos clásicos de la dinastía Song mientras esperan a que se les sirva una taza de buen té, experimentando en primera persona el encanto singular del té chino y la ceremonia y costumbres que le rodean.
El banquete de té Jingshan se sirve de esta bebida para abordar el taoísmo, en el que se dan cita el carácter espiritual de la cultura china zen del té con su enriquecimiento y realce. Al tiempo que se muestra a China como una tierra de etiqueta, tradición y rituales, se difunde así un encanto oriental sin parangón.